domingo, 18 de noviembre de 2012

Xoel López - 17/11/2012 - La Riviera (Madrid)

Ya avisaba la cuenta de Twitter de Xoel López de que había ganas de tocar y poco tiempo para ello. Y así fue.
Unos minutos antes de las 21.30 Xoel y su banda salieron al escenario de una Riviera medio llena pero no por ello falta de intensidad.

Arrancó el concierto con Caballero, del su primer disco como Xoel (Atlántico, 2012). Continuó Desafinado amor y, con gran recibimiento de los allí presentes, llegó Historia universal (el amor no es lo que piensas), de la época de Deluxe.
Esta primera parte siguió con La gran montaña y una versión a ritmo de cumbia de Te vi parando el tráfico, de otras de las formaciones Xoel, Lovely Luna. Sí, señores, un coruñés tocando cumbia.

Tras la lenta e intimista Buenos Aires, canción que nos explicó que era una respuesta a la pregunta a qué pintaba al otro lado del charco, Xoel sacó la guitarra eléctrica y se nos confirmó que allí no estábamos en un concierto de cantautor clásico, porque llegó Que no, himno generacional para muchos de los presentes. Siguió el El asaltante de estaciones, esta vez a ritmo de samba y con el gallego a los bongos.

La primera aparición especial de la noche fue la de Scott P. McLain, un fan muy especial y que fue invitado al escenario para tocar una tabla de lavar (washboard) en El gran volcán y lógicamente continuar, a dúo, Reconstrucción.



Tras ello, quedando el cantante solo en el escenario y al piano, pudimos disfrutar del Xoel cantautor con las canciones Rostro de actriz (con saludo a Julián López) De vino y espejos.

Sí, tocó El cielo de Madrid. No, no pudo venir Iván Ferreiro como invitado especial pero sí estuvo Félix Arias, la otra mitad de de Lovely Luna, quien ayudó con la ejecución a la guitarra del tema Tierra, pero también trajo momentos tan bonitos como la canción Yo ya te conozco.



A las 23.05 llegó un merecido receso después de 100 minutos de concierto y 22 canciones pero volvieron casi inmediatamente con Ver en la oscuridad.
Después, empezó Xoel su siguiente canción, El amor valiente, con un guiño a sus tierra con las notas de A Carolina pero no tuvo gran acogida. No pasa nada, porque El amor valiente también sirvió para despedirse de Juan de Dios Martín.
Tras ello, Scott y Félix volvieron al escenario para dar cierre al recital con El hombre de ninguna parte.
¿Terminar? No, los minutos de aplausos no cesaban y los asistentes queríamos más concierto, más canciones pero esta vez sí y el tema Adiós Corazón hizo las veces de despedida.

En resumen, más de dos horas de concierto, 26 canciones, una banda y un cantante cada vez más animados y muy muy pocas ganas de que terminase la fiesta. La fiesta de Xoel. 
Buscad en YouTube; veréis a qué me refiero.


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