martes, 6 de agosto de 2013

Mayo, junio... y se nos vino el verano

Tras cerrar en julio por vacaciones retomamos esto, como siempre, a nuestro ritmo.

Estos últimos meses no nos hemos prodigado mucho por las redes sociales pero sí que hemos seguido con nuestro ritmo conciertero, que no festivalero. Esto ya tocará.

Como breve repaso contaros que en mayo se nos acumularon los eventos:

Empezamos con Francis White, apenas llegado del Festimad donde se llevó algún premio que otro. Habitual de los concursos de maquetas y de la escena de bar de cantautor de Madrid, celebramos el día de San Isidro en un breve showcase en el Fnac Callao. Con un público tímido que hasta el final casi no se atrevió a dar palmas y con un Francis algo hablador, nos ofreció 11 temas con un toque muy especial. Os dejamos con Calipso, canción muy para estas fechas veraniegas:




Apenas unos días más tarde (18/05/2013), el con Miss Caffeina en una Sala Joy llena y con un público de edades muy diversas. El concierto, con un ligero retraso al inicio, fue de un ritmo alto y poco acústico fue un no parar de movimiento. Con Tormento como introducción, ese sería prácticamente el único momento de calma. Como pero, echamos de menos quizás un giro hacia el acústico en algunos temas pero no era ese tipo de concierto y un teatro lleno no es para estar tranquilo. Hora y pico de energía y no parar.

Y mientras saltábamos y nos quedábamos afónicas con Miss Caffeina, pasó Eurovisión, que ni la mismisima Bonnie Tyler  pudo salvar. Poco que reseñar ahí.


Nuestra enviada especial se marchó a Londres a ver a Pink, nunca hay que renegar de esa música con la que hemos crecido, pero dijo que en un parrafito no podía resumirlo, que fue mucho subidón... y hasta ahí podemos leer. 

Entre medias, tuvimos un intento frustrado (como tantos conciertos, falta de tiempo) de ir al Sardines de Sada pero al final lo cambiamos por el Ecopop porque nos gusta más la montaña que el mar. Ya os contaremos, o no.

Y tirando de don de la omnipresencia, el jueves 27 de junio nos tocó dividirnos. Había dos eventos importantes y únicos: Bon Jovi visitaba Madrid y Aaron Thomas se despedía.

Bon Jovi, ese concierto al que podrías haber ido con tus padres y con tu primo pequeño. El artista infatigable, y de verdad, que estuvo 2h45 conduciendo su el Cadillac que tenía como escenografía sin apenar parar. Parecía que realmente le importa España. y como ya lo habréis leído todo al respecto, nosotras contaros que lo pasamos muy bien y que fue un no parar. Que Bon Jovi and Co. se han ganado un lugar en nuestros corazones, lo suficiente para querer repetir... pero llevándonos a nuestras madres, que se lo merecen también.



Pero mientras parte de nosotras estaba a tope en el Calderón, en una sala más pequeña, un gran músico hacía las maletas. Si no habéis tenido el gusto de ir a un concierto de Aaron Thomas os habéis perdido algo muy especial. 
Nos gustaron las palabras de Duczcen que escribió apenas unos días del concierto de Madrid y que reflejan los que tanto pensamos. Buena suerte, Aaron.

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