jueves, 18 de octubre de 2012

Wilco - 16/10/2012 - Palacio de Vistalegre (Madrid)


Resultó difícil llegar al concierto de Madrid sin haber escuchado nada del concierto de la noche anterior en Barcelona, sin haberse leído una sola crónica o una simple entrevista... pero queríamos conservar la expectación y dejarnos sorprender.

Lo reconocemos, somos fans tardías de Wilco: Conocimos a la formación de Jeff Tweedy gracias a la gente que insistió que dedicáramos un rato a The Whole Love, hace ya casi un año. A pesar de eso, hemos tenido tiempo para profundizar en la trayectoria de la banda y escuchar y re-escuchar algunos de sus discos anteriores… y a decidir que no podíamos dejar pasar la oportunidad de un concierto.





Los martes no son días muy concierteros. Siempre he pensado que son el peor día de la semana así que la energía con la que fuimos quizás no era la más idónea pero eso no quitó que pasáramos una buena noche.

A las diez menos diez, la banda hizo aparición en un escenario lleno de lámparas que más adelante darían para unos juegos de luces acordes a la potencia o calma de cada tema. Aparecieron y empezaron fuerte; Ashes of American flags y  Art of almost inaguraron los primeros 10 minutos en los que quedó claro, por si alguien lo dudaba,  lo que sería la tónica del concierto: saben tocar la guitarra, hacer virguerías con ella y les gusta. También les gusta la psicodelia sonora y el ruido, así que las letras adquieren un lugar secundario y si Nels Cline se marca un momento guitarrero ( respaldado por otras tres guitarras también en apogeo de inspiración), el público admira, escucha y cuando termine… ya respirará.

El concierto fue un sube y baja de intensidades, yendo de las canciones más intimistas a las más animadas, incluso llegando a mezclar ambos ritmos con el guiño al público que fue el tema Via Chicago en el que unos supuestos problemas de sonido en forma de distorsión se solapaban a ratos con el ritmo acompasado de los intérpretes.

Aunque aquí es difícil ponerse de acuerdo, sonaron los temas que tenían que sonar (Impossible Germany, Hummingbird, Jesus etc; incluso la triste Hate It Here) y recorrieron con ellos su extensa discografía.

Mr. Tweedy estuvo hablador e interactuó con el público pidiéndonos que les explicásemos lo que ponía en los carteles de algunos seguidores y haciendo referencias al hecho de estar tocando en lo que al fin y al cabo es una plaza de Toros (Palacio de Vistalegre), cosa que parecía hacerle gracia y le hizo preguntarnos si el toro era él o nosotros.

En cuanto al público, fue animándose conforme avanzaba la noche (¿o las cervezas?) llegando a contestar a las bromas del cantante y… finalmente dando palmas y haciendo algo más que mover la cabeza al ritmo de las melodías. Quizás nos costó superar la intensidad del principio o los momentos de maestría instrumental que presenciábamos.

Para despedirse, ya cercanos a la hora de la cenicienta, terminaron como empezaron, disfrutando sobre el escenario, rozando la improvisación y todo esto animado por el batería Glenn Kotche recorriendo el escenario.


En conclusión, un concierto más que correcto, con dos bises, más allá de las 2 horas y un grupo entregado. ¿La pena? Que Vistalegre no invita nada a meterse en ambiente (y tampoco ayuda nada a poder salir rápido de allí). 
La verdad, es que de Wilco no nos atrevemos a decir mucho más. Son palabras mayores.



Pd: Al ser día de diario no tuvimos oportunidad de llegar a escuchar a  The Hazel Janes, teloneros de honor de este evento. 

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