martes, 29 de octubre de 2013

Al Berkowitz - 24/10/2013 - Librería La Central (Madrid)


La descripción del grupo rezaba a "art rock experimental y psicodélico" pero, ¿quién dijo miedo?

Aquí las (no) groupies somos de gustos variados pero la que insistió en ir a ver (y luego fue) el concierto de Al Berkowitz era la más popera de las no-groupies, así que disculpad la  falta de vocablos para hacer metáforas músicales en torno al concierto del jueves. Jueves de lluvia, manifestaciones (¡Educacion sin recortes!) y gente por el centro, tanta gente, que hubo que retrasar algo el inicio del concierto. Cruzar Sol en estos días era una auténtica odisea.

Segunda vez (de lo que sospechamos que serán muchas) en el sótano de los Jueves Subterráneos de La Central, lugar de acústica imposible por su arquitectura y de aforo ultralimitado. Primer concierto que os contamos (en el anterior repetíamos, o cuatripitíamos grupo y no es plan de que se nos noten demasiado los favoritismos).



El concierto de Al Berkowitz fue un compendio de música, de canciones sin fin, de disfrute de sonido por sonido, sin más. Había letras y alguna canción más definida, pero también había momentos para todo. ¿Qué se está acabando la canción y toca un momento punk? Claro, por qué no.
En general la música de Al Berkowitz es tan enigmática como su biografía. ¿Grupo reencarnado mil veces reunido? ¿Estilo músical cómo? Yo solo podía pensar que sus canciones de estructura difusa y de múltiples referencias dentro de un mismo título eran aptas para bandas sonoras de David Lynch (que tan de moda ha estado estos días). 

Nuestro asesor externo (dícese de la persona engañada por  la palabra post-rock) disfrutó mucho de los paralelismos que vio con Jim Morrison y Pink Floyd. Psicodelia era la palabra. Experimental también. Porque, ¿tocar una guitarra eléctrica con un arco de violín? ¿en un concierto al azar? Algo de todos los días… La creatividad y el aparente dejarse llevar del cantante estaban perfectamente respaldados por un bajo y un batería que se bastaban y se sobraban para mover la canción, y así dejar espacio para que el cantante se diese al sonido y al mundo de pedales que tenía a sus pies.


Escoge un efecto


Y nosotras (bueno yo), ¿qué opinamos? Contando que andábamos detrás de verlos desde un primer intento fallido allá por marzo, pues ganas había. Si bien no es lo que más escucha la que aquí escribe, reconoceros que gran parte de sus escuchas en Youtube son mías. En directo se darán a la psicodelia, pero es que si yo supiese hacer tantos efectos de sonido no dudo que lo haría. Queda bien, se disfruta y sí, nos gusta. Eso sí, no es un grupo al que podáis llevar a cualquiera, elegid bien a quien engañáis para la causa. Disfrutará.



* Fotos cortesía de D. Castellanos

1 comentario:

  1. Me alegro de que os haya gustado y espero veros más veces.
    Gracias y enhorabuena por la reseña.

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