lunes, 21 de enero de 2013

El Palacio de Linares + Cornelia - 18/01/2013 - RRR (Madrid)

Viernes de enero pero no por ello viernes aburrido en el Rock and Rock Radio Club.
 
Seguro que bastantes amigos de ambos grupos amoldaron su horario bibliotequil para acercarse a escuchar a El Palacio de Linares y Cornelia, pero es que en exámenes no va a ser todo sufrimiento, ¿no?


Sobre las 22.30h y con una hora de diferencia sobre la hora indicada en la entrada (algún día nos enteraremos bien de estas cosas) empezaron El Palacio de Linares con La Casa es Negra para ir subiendo en intensidad con canciones cada vez más movidas hasta llevarnos a las Navidades con su particular villancico La chica del Belén. 
Siguió su breve concierto de media hora con otros temas y presentaron por primera vez en directo un tema muy divertido con grandes juegos de palabras "sin batería ni distorsión", para luego seguir con Rojo Hígado. Después nos explicaron lo que les gusta hacer para, tras tomarse un Batido de guanaba, invitarnos a viajar a las Tres Gargantas.
El sonido de la sala no es el más favorecedor pero aún así pudimos disfrutar con su música popera y empezar a sentir que el fin de semana ya estaba aquí.
Para mantener el ritmo alegre invitaron a Cornelia al escenario y juntos cantaron Franco Belga e Himalaya en una bonita colaboración. 

Tras el divertido momento, Cornelia cogieron fuerzas y nos transportaron al verano al que evoca su Repostería.
Lo repasaron casi en su totalidad y recordaron ese fin de exámenes veraniego con Vámonos ya. Decir que lo que pensábamos que iba a ser un concierto de los de mechero y melancolía, resultó muy movido gracias a distintas bases que Carlos había incluído. Por ejemplo, la canción Nunca te fijas en mi resultó bailable en vez de un giro a la tristeza.

No faltaron temas del proyecto anterior del cantante, entre ellos Hasta que vuelvas que dedico a sus amigos y tras decir que se iban, pero no, vinieron Despertador y una nueva canción de temática tristona ("Dicen que esto es el final...").

Y a las 12, cual cenicientas, y disculpándose por no haber podido hablar más, se marcharon, dejándose tras sí ambos grupos una noche muy poppie pero a la vez variada.



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