miércoles, 15 de febrero de 2012

Iván Ferreiro (+ Marwan) - 11/02/2012 - Toriijos (Toledo)

Llevaba muchos años esperando este momento, ir a un concierto de Iván Ferreiro y creo que fui en las mejores condiciones que se podía: un acústico, a 7 Km de mi pueblo, con mis hermanas y lo mejor de todo, era un acto benéfico para la asociación Amigos del Pueblo Saharaui.

Ansiosa por oír a Iván Ferreiro no me preocupé en saber quien era el telonero. Sin más, estando yo sentada en mi asiento entre mis hermanas, salió el cantautor Marwan. Tengo que decir que me sorprendió muchísimo, me encantó, me gustó su simpatía, su trato con el público y me llenaron sus canciones, era la primera vez que las escuchaba y me trasmitieron muchos sentimientos. Marwan con la guitarra y su compañero al violín fueron los mejores teloneros que podía tener Iván Ferreiro. Salí dispuesta a ver un concierto entero suyo y con su música ya en mi ordenador.

Media hora después salió Iván Ferreiro, saludó al público y se sentó al piano para empezar el concierto. El inicio fue muy tranquilo y parecía estar un poco cortado, sensación que transmitió durante las 3 primeras canciones. Según avanzaba el concierto empezó a sentirse como en casa y a contactar con el público de una forma increíble. La gente movía los labios y cantaba en voz baja pues nadie quería interrumpir el conciertazo que nos estaba ofreciendo Iván con su piano, las mezclas de canciones, sus diferentes tonos de voz, improvisaciones… increíble, se te ponían los pelos de punta.
Una de mis favoritas:



Empezó su ronda de los Piratas con los "Años 80", los torrijeños continuaban cantando en voz baja y al finalizar muy merecido por nuestra parte, Iván nos llamó la atención, era la primera vez que se escuchaba él cantando esta canción y nos pidió que no tuviésemos vergüenza y que cantásemos en alto. La siguiente canción fue “Promesas que no valen nada” y ahora sí, desde ese momento la gente empezó a cantar en un tono más alto. Nos preguntó qué nos apetecía escuchar y de fondo se escucho “1999”, Iván empezó a buscar entre sus partituras hasta que la encontró, y ya de paso sacó alguna más que pensó que nos gustaría, acertó en todas, fue un momento divertido que nos hizo acércanos un poco mas a él, parecíamos la típica pandilla que pide canciones a su colega que toca la guitarra.

Volvió con un tema suyo para la primera despedida, pero el público quería más, yo no quería que nunca acabara ese momento, hacía mucho que no disfrutaba tanto con la música en un concierto, no había saltos, no había gritos… pero había pelos de punta, ganas de llorar, recuerdos bonitos, recuerdos tristes; era mucho lo que Iván me estaba trasmitiendo. Tuve suerte y volvió al escenario dos veces más hasta completar las dos horas de concierto. Solo decir, gracias Iván por haberme hecho disfrutar tanto con tu música.

Podría estar diciendo cosas buenas de este concierto infinito. Tanto Marwan como Ivan fueron unos cracks, unos grandes, únicos… Y espero que con todo el dinero recaudado se ayude en lo mejor posible al pueblo saharaui.

Para mi pequeña (fue la única que me faltó escuchar en el concierto)



¡Sahara libre!

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